Federer tuvo trabajo extra en su debut de 2015

Triunfo. Uno más para la cuenta regresiva: 997. No obstante, esta vez, en su debut de temporada, Roger Federer tuvo mucho más trabajo de lo pensado ante el local John Millman (153°). Se impuso por 4-6, 6-4 y 6-3 en octavos de final de Brisbane y quedó a tres éxitos de las 1000 victorias en el circuito ATP.

Problemas desde el inicio para Roger Federer por desajustes normales de inicio de temporada. Errores, inconsistencia con su servicio y falta de precisión para cerrar puntos importantes. Así dejó correr las cinco oportunidades de quiebre que tuvo en el primer set. Y como contrapunto, Millman. Un jugador con golpes potentes, que llegaba en racha por su buen cierre de 2014 y sin nada que perder. Vio la posibilidad, se animó y, tras desperdiciar un 0-40, pudo golpear con su devolución para establecer un sorpresivo 6-4.

El australiano, en envión por once triunfos consecutivos (títulos en CH de Traralgon y Yokohama en 2014 y debut victorioso ante Rhyne Williams en 2015), continuó sacando provecho de las dudas del suizo. Quebró y se puso 3-1. Parecía ser la puntada final. Sin embargo el partido le empezó a pesar. Sintió de cerca la posibilidad histórica de derrotar al suizo y dejó correr la notable ocasión de afirmarse con su servicio. Tampoco supo aprovechar un 0-40 con la devolución de cara a un hipotético 4-2.

En el cierre del duelo, lo mejor del suizo, que arranca este 2015 con el desafío del Grand Slam N°18 y la reconquista del N°1 del mundo a los 33 años. En el 3-3 se terminó de soltar y mostró su mejor versión. Quizás incoscientemente los ecos de la posibilidad de conquistar su triunfo N°1000 en Brisbane (se dará si es campeón) nublaron un poco la visión en su debut. Los últimos tres juegos fueron de alto vuelo, ya con el invitado australiano derrocado en lo moral. Final feliz para Federer.

BRISBANE – AGENCIAS