Al igual que en EE.UU. hay un antes y un después del 11 de septiembre, el 7 de enero de 2015 supondrá un punto de inflexión en la vida de los franceses, afirma Maxim Yusin, observador del diario ruso ‘Kommersant’.
Según Yusin, el atentado de París es un fracaso colosal de los servicios secretos franceses, y, muy probablemente, resultará en despidos de alto perfil, especialmente si los terroristas no son liquidados en los próximos días.
«Se hizo evidente que la política aplicada por las autoridades en relación con el Islam radical conduce a la sociedad a un punto muerto. Resultó estar indefenso ante aquellos que organizan una masacre en pleno centro de la ciudad al grito de ‘Alahu akbar’, y que de momento han quedado impunes», subraya el experto ruso citado por ‘Kommersant’.
Yusin señala que el atentado mortal se ha convertido en otro golpe contra el presidente François Hollande. Afirma que con su antecesor, Nicolas Sarkozy, Francia no sufrió actos terroristas de tanta envergadura. «En este sentido, se puede predecir un aumento de la popularidad de la derecha francesa: del mismo Sarkozy y del Frente Nacional», resume Yusin.