El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, intenta hacer desaparecer las pruebas de la colaboración de su Gobierno con el Estado Islámico, ya que teme ser juzgado algún día por los tribunales internacionales, revela un periódico turco.
Erdogan ordenó a Hakan Fidan, máximo responsable de la Inteligencia turca y su mano derecha, ocultar todas las pruebas y documentos que demuestran que el Gobierno turco ha ayudado al Estado Islámico, escribe el diario ‘Aydinlik Daily’.
La decisión del presidente turco está motivada por su temor a que estos documentos puedan utilizarse en su contra en los tribunales internacionales. El diario explica que últimamente varios Gobiernos tratan de investigar las relaciones que mantiene Ankara con el grupo radical EI.
Además, Erdogan considera la posibilidad de que Occidente pueda cambiar rotundamente el curso de su política exterior y empiece a colaborar con el Gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, con el objetivo de encontrar una solución a la crisis siria, que dura ya cuatro años.
Anteriormente, algunos medios informaron de que las autoridades turcas desde 2011 proporcionan financiamiento y material militar a los terroristas que combaten contra las fuerzas de Al Assad con el fin de derrocar su Gobierno. Asimismo, se señaló que Turquía es una de las mayores fuentes de combatientes extranjeros del EI y que muchos yihadistas turcos recibieron entrenamiento y equipos del Gobierno de Ankara.