Muchos seguidores de los Packers sugieren a Aaron Rodgers una larga lista de remedios para su dolor en la pantorrilla izquierda. El quarterback agradece las recomendaciones, pero no necesariamente las escucha. Por ahora, lo que está haciendo Rodgers parece funcionar.
El mariscal de campo participó en un número limitado de jugadas el miércoles, el primer día de prácticas de Green Bay de cara a la final de la Conferencia Nacional, prevista para el domingo contra los Seahawks de Seattle. Rodgers habría mejorado notablemente respecto de la semana anterior, cuando se perdió el primer día de práctica para el duelo contra los Cowboys de Dallas.
«Él ha hecho todo lo que puede, yo lo sé», dijo el entrenador Mike McCarthy. «Hicimos un poco más hoy que a estas alturas de la semana pasada. No sé realmente si eso sea un buen indicio. Lidiaremos con esto». Rodgers ha acatado el plan de rehabilitación que le impuso el equipo, junto con una sesión ocasional de acupuntura, y eso es todo.
«Sé que la gente tiene las mejores intenciones cuando envía estos remedios», dijo Rodgers. «Sé que me quieren de regreso en el campo. A estas alturas del año, cuando hay una lesión, surgen muchos expertos por ahí».
GREEN BAY, Wisconsin, EE.UU. (AP)