Mafalda es el personaje más famoso del dibujante argentino, Joaquín Salvador Lavado Tejón, mundialmente conocido como Quino.
Y aunque son pocos los que desconocen a la pequeña niña que odia la sopa, son muchos los que desconocen su curioso origen.
Quino publicó sus primeros dibujos en 1954, pero hasta 1964 Mafalda apareció por primera vez en tiras publicitarias en los diarios en las que se mostraba en dibujos la vida de las familias que utilizaban los electrodomésticos Mansfield. Y de esa secuencia fonética surgió el nombre de Mafalda.
Los periódicos rechazaron aquella publicidad, porque se confundía con los contenidos propios, por lo que los personajes ideados por Quino para dicha tarea se quedaron almacenados. No obstante, el caricaturista los recuperó en 1964, ya sin un propósito comercial, para el periódico porteño Primera plana.
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Más tarde, los libros que recogieron las escenas de Mafalda vendieron millones de ejemplares y fueron traducidos al francés, al inglés, al japonés, al chino, al hebreo, al finlandés y al noruego. Se dice que se tradujo en más de 30 idiomas.
Mafalda también se llevó al cine, con un largometraje de dibujos animados hecho en Argentina, de 75 minutos, en el cual los personajes reproducían en lenguaje sonoro los escritos que su creador les había dado. Sin embargo Quino no estuvo satisfecho por lo que prefirió que se llevaran al cine mudo.
En 1973, nueve años y 1, 928 tiras después de su creación, Quino decidió que ya no dibujaría más a Mafalda, y decidió empezar una creación más ambiciosa con dibujos minuciosos, detallistas, igualmente brillantes, que mostraban a menudo las injusticias sociales.