El número de mariposas monarca que hibernan en México después de migrar desde los Estados Unidos aumentó un 68,7% desde el mínimo histórico al que había caído el año anterior, pero su número sigue siendo muy bajo.
«Estados Unidos no tiene una legislación federal para proteger a la monarca», dijo el martes Omar Vidal, responsable de World Wildlife Fund en México en una rueda de prensa.
De aprobarse, «ayudaría a su recuperación», agregó.
El clima templado de las montañas al oeste de la ciudad de México crea un entorno perfecto. Cada otoño, decenas de millones de ejemplares de esta criatura delicada vuelan miles de kilómetros agrupadas en nubes hasta los mismos lugares en los que se alimentaron generaciones precedentes de la especie. Una vez allí, se agrupan en las ramas de los árboles formando enjambres.
Las mariposas se han visto muy afectadas por la pérdida de su medio ambiente natural en los Estados Unidos, por la tala ilegal de bosques en México y por el cambio climático. «México ha detenido en gran medida la tala ilegal» en la reserva en la que se protege a la monarca, dijo Vidal. Sin embargo, señaló que la pérdida de su hábitat natural en los Estados Unidos es un problema serio: el algodoncillo, su principal fuente de alimentación, está siendo reemplazado por cultivos que resisten al uso de pesticidas.
«Si mañana quitáramos los herbicidas en el cinturón del maíz de los Estados Unidos, veríamos un salto en la población», dijo Vidal.
MEXICO (AP)