Una organización israelí de defensa de los derechos humanos acusó este miércoles al ejército israelí de haber bombardeado deliberadamente lugares en la Franja de Gaza donde sabía que morirían civiles, principales víctimas de su ofensiva entre julio y agosto.
«Uno de los signos distintivos del conflicto de este verano en la Franja de Gaza fueron los numerosos ataques a edificios residenciales, destruidos cuando sus habitantes se encontraban en su interior», afirma un informe de B’Tselem. Y estas destrucciones fueron «el resultado de una política ideada por los responsables gubernamentales y el alto mando militar».
La ONG examinó 70 ataques que provocaron 606 muertos, entre los cuales el 70% eran menores o mayores de 60 años. En 50 días, la ofensiva, terrestre y aérea del ejército israelí mató a unos 2.200 palestinos -70% civiles según la ONU-, en tanto del lado israelí hubo 70 muertos, casi todos soldados.
Jerusalén, | AFP