Adelante, critiquen a los Patriots.
Den por acabada la era Bill Belichick-Tom Brady después de perder dos de sus cuatro primeros partidos de la temporada. Llámenlos tramposos porque sus balones estaban algo desinflados. Pronostiquen que la temida defensa de Seattle se cebará con Rob Gronkowski.
Y luego aplaudan a Nueva Inglaterra.
Observen a uno de los mejores quarterbacks en la historia de la NFL quitarse presión de encima mientras entrega el balón al running back LeGarrette Blount, y realiza pases cortos a Julian Edelman y Danny Amendola. Vean a la segunda mejor defensa en el Súper Bowl contener a Marshawn Lynch, para obligar a Russell Wilson a cargar el ataque de los Seahawks con sus pases y sus carreras.
Finalmente acepten que el trofeo Lombardi que levantará el domingo el dueño de los Patriots, Robert Kraft, es bien merecido, sin importar lo mucho que detesten a Nueva Inglaterra los fanáticos de los otros 31 equipos.
«No importa lo que suceda a nuestro alrededor o fuera del camerino, sea lo que sea, tienes que estar listo para jugar», comentó el defensive tackle Vince Wilfork. «No podemos permitir que cualquier distracción nos descarrile de lo que queremos hacer y cómo lograrlo».
Los Patriots quieren ser campeones por cuarta ocasión en la era Belichick-Brady. ¿Cómo lograrlo ante la mejor defensa en la liga?
Hay que empezar con Brady, que tiene que deshacerse rápido del balón, ya sea cediéndolo a un corredor o con pases. O dejar que Gronkowski atraiga a dos defensores. O quizás incluso implementar alguno de los famosos trucos de Belichick.
Después de todo, la imaginación de este entrenador parece ser ilimitada.
¿Qué le gustaría hacer al principio del partido?
«Lo que me gustaría tener es la ventaja», dijo el viernes, dejando ver una inusual sonrisa en la semana del Súper Bowl, como si quisiera demostrar que no es un autómata preocupado sólo por estrategias y victorias.
Los Patriots han anotado primero en sólo cuatro de sus ocho últimos encuentros. Pero han ganado seis, y una de las derrotas fue en el último partido de la temporada regular, cuando ya no había nada en juego.
Y demostraron su capacidad para remontar cuando superaron dos veces desventajas de 14 puntos para vencer 35-31 a los Ravens de Baltimore en los playoffs de división.
Hacer eso contra Seattle es otra historia.
Los Seahawks son el primer equipo que encabeza la NFL en defensa dos años consecutivos desde Chicago en 1985-86. Y en sus ocho últimos partidos, Seattle ha permitido apenas siete puntos en el cuarto parcial.
Por supuesto, Belichick probablemente tiene algunas jugadas bajo la manga, algunos las considerarían engañosas, para sorprender a Richard Sherman y compañía.
«El conoce bien este deporte. Es muy detallista y quiere perfección», dijo el cornerback Darrelle Revis, una de las claves para la mejoría en la defensa de los Patriots esta temporada. «Es un ganador».
Belichick tiene al socio ideal en Brady, dos veces elegido como jugador más valioso del Súper Bowl y dueño de varias marcas para postemporada.
«Tiene el deseo, el espíritu de lucha y la determinación para salir a destruir a quienquiera que se plante en su camino», señaló Revis.
Se parece en eso a Lynch, aunque la defensa de los Patriots ha sido exitosa en neutralizar al jugador más peligroso de su oponente.
Esta temporada lo hizo contra A.J. Green de Cincinnati, Peyton Manning de Denver, Andrew Luck de Indianápolis (dos veces), Calvin Johnson de Detroit y Philip Rivers de San Diego.
Pero ninguno de esos es un running back, y Lynch acumuló la cuarta mayor cantidad de yardas por tierra esta temporada, además de encabezar la liga con 13 touchdowns por tierra (empatado con DeMarco Murray).
Nueva Inglaterra tuvo la novena mejor defensa contra los acarreos, y permitió sólo seis touchdowns por tierra. Así que cuenta con los jugadores y la estrategia para controlar a Lynch.
«Green Bay hizo un gran trabajo en el primer y segundo parcial del Campeonato de la NFC», comentó el linebacker de los Patriots, Dont’a Hightower. «Lograron contenerlo, obligaron a Seattle a lanzar mucho la pelota, más de lo que querían».
Los Packers tenían ventaja de 19-7 cuando quedaban poco más de dos minutos de juego, en un partido en el que Wilson había lanzado cuatro intercepciones. Pero touchdowns por tierra de Wilson y Lynch le dieron la ventaja a los Seahawks, que finalmente ganaron 28-22 en tiempo extra con un pase de 35 yardas de Wilson a Jermaine Kearse.
Nueva Inglaterra anotó la cuarta mayor cantidad de puntos en la NFL, con un promedio de 29 por partido. No necesitará tantos para evitar que Seattle se corone por segundo año consecutivo, y en cambio ganará su primer Súper Bowl en una década.
PHOENIX, Arizona, EE.UU. (AP)