Una niña de ocho años en Manchester, Reino Unido, Camila Lisanti, sugirió a sus padres científicos una posible cura para el cáncer.
El director de la Unidad de Breakthrough Breast Cancer, el profesor Michael P. Lisanti, llevó adelante una investigación luego de preguntarle a su hija cómo curaría la enfermedad. Ella pensó un rato y dijo que con antibióticos, como curan un dolor de garganta.
«Yo sabía que los antibióticos pueden afectar las mitocondrias y he estado trabajando mucho en la importancia que estos tienen en el crecimiento de tumores, pero esta conversación me ayudó a establecer un vínculo directo», dijo el profesor Lisanti.
De esta manera llevaron a cabo pruebas en el laboratorio de la Universidad de Manchester y, efectivamente, unos antibióticos de bajo costo y de fácil acceso destruyeron las células malignas.
Para Lisanti la investigación abre la posibilidad de desarrollar nuevos ensayos en humanos. Sin embargo, se necesitan más estudios para demostrar su eficacia, especialmente cuando se combinan con terapias convencionales.