Un uppercut y una combinación de tres golpes catapultaron a James «Buster» Douglas a la fama. Y 25 años después, el fugaz monarca de los pesados sigue regodeándose con aquel nocaut que le propinó a Mike Tyson y que sigue considerándose una de las mayores sorpresas en la historia del deporte.
«Coronarme campeón era un sueño para mí», dijo Douglas al rememorar aquella campanada del 11 de febrero de 1990. «Conseguir eso fue lo máximo. Fue asombroso».
A Douglas, un púgil promisorio pero enigmático, no se le daba oportunidad alguna de sobrevivir muchos asaltos frente al temible Tyson, quien marchaba invicto como campeón. Aquella pelea por el cetro en Tokio se consideraba más bien un episodio de preparación para Tyson, de cara a una esperada contienda con Evander Holyfield, quien era entonces un astro en ciernes.
Hijo de Bill «Dynamite» Douglas, un boxeador de poca monta, «Buster» había dado algunos destellos, pero en varios momentos mostraba poco corazón y disciplina.
Tyson era un tornado en el cuadrilátero. Tenía una foja de 37-0 con 33 nocauts antes de esa pelea. Las casas de apuestas en Las Vegas lo consideraban favorito por 42-1 ante Douglas.
En las postrimerías del octavo round, Douglas se fue a la lona.
«Yo estaba como admirando mi trabajo. Lo miraba a él. Me daba tiempo para mirar todo lo que ocurría, y presté más atención a sus reacciones que a seguir peleando», recordó. «Él terminó conectándome un buen golpe. Cuando me levanté, supe que tenía que concentrarme en lo que estaba haciendo».
Tras el episodio, los peleadores volvieron a sus esquinas. Douglas dominó el noveno asalto. En el décimo, vino la locura.
«Lo liquidé con una combinación. Le di cuatro golpes terribles. No pudo levantarse», relató Douglas.
King, al ver que se le escapaba un negocio millonario en la siguiente pelea, apeló el resultado. Días después, sin embargo, las principales organizaciones boxísticas reconocieron a Douglas como el monarca.
«El cuento de Cenicienta parece triste después de ver lo que ‘Buster’ Douglas ha hecho aquí esta noche», dijo después del combate Larry Merchant, comentarista de HBO.
Los dos boxeadores se han reunido pocas veces desde aquel entonces.
COLUMBUS, Ohio, EE.UU. (AP)