Tratar de hacerle daño a alguien difundiendo imágenes sexuales suyas contra su voluntad, estará castigado con dos años de cárcel en Inglaterra y Gales desde este jueves.
El fenómeno se conoce como «porno vengativo» y generalmente lo practican exparejas despechadas.
Una enmienda adoptada este jueves hará que difundir esas imágenes en redes sociales como Facebook y Twitter, o por SMS y e-mail, sea un crimen.
«Es un principio», se congratuló Laura Higgins, del Centro británico por un internet más seguro (UK Safer Internet Centre), que gestiona una línea de ayuda telefónica para las víctimas de este fenómeno.
«Es un problema muy grande. Por cada caso que tratamos, descubrimos a decenas de personas que probablemente no saben que están en internet», dijo a la AFP.
«Creo que en los últimos 18 meses se ha dado un incremento notable en esta conducta», agregó.
Los gobiernos regionales de Escocia e Irlanda del Norte, que son autónomos en temas judiciales, están tratando de adoptar leyes similares.
Londres, Reino Unido | AFP