El que un niño sea violento puede deberse a que vivió algún caso de violencia en su familia, y no nos referimos solo a la violencia física, sino también a la verbal. A veces, sin querer o de manera inconsciente, los adultos pueden tener comportamientos violentos en el hogar, que los hijos luego repiten.
Si quieres que tu hijo no sea violento, entonces sigue estos sencillos pasos.
Paso #1 No aplaudas su comportamiento agresivo
Algunos padres se ríen con las groserías que dicen sus niños, sobre todo cuando son menores a 5 años, pues les parece algo gracioso, propio de la edad. Sin embargo, esa reacción sólo alienta a los niños a repetir su comportamiento, pues entiende que los adultos lo aceptan.
Como madre debes poner un freno a este tipo de agresividad en tu hijo, pues podría repetirlo fuera de la casa, en la escuela, en casa de amigos o familiares. Va más allá de no alentar el comportamiento agresivo solo por una cuestión de no quedar mal como madre o para no pasar vergüenza delante de otros adultos, sino que se trata de enseñarle a tu niño las normas sobre cómo comportarse en la sociedad.
Paso #2 Enséñale a canalizar la ira
La violencia en los niños puede desencadenar actos de bullying o pelas entre hermanos, por eso, es muy importante que le inculques a tu hijo herramientas para saber canalizar su ira, enojo, enfado y frustración. Por ejemplo, si tu hijo está muy enojado será mejor que vaya a su habitación y medite por qué está enojado.
Si tienes un hijo en edad preescolar puedes implementar técnicas como inflar un globo o hacer un poco de ejercicio. Lo importante es que le enseñes a canalizar su enfado sin agredir a los demás.
Paso 3# Hazlo ponerse en el lugar de otro
Algunos niños que no saben canalizar los sentimientos negativos tienden a morder, patear, gritar o golpear objetos y personas, por eso es importante que aprenda a canalizar su ira, y también a ponerse en el lugar del otro.
Por ejemplo, durante una pelea entre hermanos, si tu hijo lanzara patadas, tienes que separarlo y hacerle razonar cómo se sentiría él si lo golpearán, y explicarle que eso mismo es lo que siente la persona a la que agrede.
Si consideras que tu hijo es violento, no pienses que necesariamente es un niño malo. Los niños actúan por impulso, y muchas veces reaccionan como aprendieron en casa o en la televisión. Es por eso que no puede decirse que un niño violento es igual a un niño malo.
Enséñale a tu hijo a controlar sus emociones, de esta manera no recurrirá a la violencia como una forma de expresar sus sentimientos negativos. Tú eres la principal formadora de una nueva generación de niños sin violencia.