Tras ser detenido, Van Winkle, de 47 años, prestó declaración jurada ante la policía, de acuerdo con la Policía de Lantana, que indicó que entre los bienes hurtados figuraba un calentador de agua de piscina y muebles.
Los bienes fueron restituidos por la policía a su legítimo dueño.
Tras su puesta en libertad, Vanilla Ice dijo ante las cámaras de televisión que se trató de un «malentendido» y que el caso «tomó proporciones ridículas». «Es triste que las buenas noticias no corran tan rápido», agregó.
Agencias