Decenas de católicos revivieron junto al Cardenal Miguel Obando y Bravo la pasión, muerte y resurrección de Cristo a través del rezo del Vía Crucis. Este ejercicio de piedad se reza todos los viernes de cuaresma y sirve como una manera de prepararse para los días santos.
«El tiempo de semana santa nos invita a meditar en la muerte en la cruz del Dios que se hizo hombre para que nosotros tengamos vida. Creo que este tiempo de cuaresma todos debemos aprovecharlo para ayunar o hacer alguna mortificación, pidiendo al Señor perdón por nuestras faltas y pecados», dijo el Arzobispo Emérito de Managua.
El Vía Crucis se compone de 14 estaciones; en cada una se medita un episodio del camino de Cristo a su muerte en el Monte Calvario.
«Estamos recordando lo que Cristo padeció por nuestros pecados y cómo se entregó a la muerte por nosotros», comentó la devota Juana López.
«Hay que buscar a Dios, sobre todo en estos días en que recordamos lo que él sufrió en la cruz», explicó la señora Socorro Castro.
Al final del Vía Crucis, el Cardenal Miguel Obando impartió la Eucaristía a los devotos que rezaron con fe y devoción.
Jimmy Altamirano Corrales