Se trata de la parroquía del municipio de Pramaggiore, la cual recibió una multa de mil 312 euros (casi 22 mil 500 pesos), por parte de la Agencia Regional para la protección ambiental del Véneto, en el nordeste de Italia.
Monseñor Giuseppe Gianotto, el representante de esta sede parroquial, tendrá que afrontar dicha multa y otros 280 euros (casi 5 mil pesos) en concepto de gastos de gestión, informaron los medios locales.
La multa se debe a que la autoridad medioambiental considera que las campanas de la iglesia hacen demasiado ruido y alteran la tranquilidad del municipio, de apenas cuatro mil habitantes.
La sanción es consecuencia de la denuncia de un vecino que alertó del sonido «demasiado ruidoso» de las campanas.
Funcionarios del organismo medioambiental midieron desde la casa del vecino durante algunos días el toque de las campanas y determinaron que, aunque por poco, superaba los límites acústicos permitidos.
El párroco, sorprendido, explicó que «las campanas son las mismas desde hace mucho tiempo y que no se han realizado cambios recientes en el sistema de difusión del sonido».
«Probablemente se trata de un ciudadano recién llegado al pueblo. Para atajar el problema y no arriesgarnos a otras multas he limitado la duración del toque, en vez de continuar con la tradición secular de mantenerlo durante minutos», dijo.
Sobre el pago de la sanción, el sacerdote no se da por vencido y ha asegurado que presentará un recurso.
Para ello ha contratado a un abogado gracias a las aportaciones de algunos vecinos, que se han solidarizado con la causa.
Agencias