Según definición de la Real Academia Española, un tridente sería un cetro encabezado por tres puntas, como bien podría ser un arpón. En el mundo del fútbol, vale para referenciar la alineación de un trío de delanteros en posición avanzada, como serían Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo en el Real Madrid o Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar en el Barcelona.
Se destaca así una línea de la formación inicial por encima de las demás, subrayando a la vez el potencial de tres destacadas figuras atacantes de intención punzante.
Ambas formaciones, llamadas a marcar época, lideran las dos ofensivas más potentes del fútbol mundial con 154 dianas totales en lo que va de temporada, y son consideradas el principal argumento por el cual Barsa y Madrid ocupan el primer y segundo lugar de la actual liga española, respectivamente.
Cuando restan 12 fechas para la conclusión del campeonato y dos para el clásico entre ambos contendientes en feudo barcelonista, los azulgranas observan desde arriba a los madridistas tras arrebatarles la punta de la clasificación el domingo, cuando golearon 6-1 al Rayo Vallecano, rentabilizando la derrota blanca del sábado, 1-0 en cancha del Athletic de Bilbao.
Poco puede decirse a estas alturas de Messi, quien superó los 40 goles por sexta temporada consecutiva y ansia reconquistar el Balón de Oro, pero ha sido notable la evolución de Neymar en su segunda campaña en la entidad catalana. Y Suárez finalmente despegó tras un pobre inicio goleador en que debió recuperar la forma perdida por la sanción de cuatro meses de la FIFA mientras aprendía a convivir futbolísticamente con Messi, una tarea en la que naufragaron previamente otros destacados goleadores.
Bale, Benzema y Cristiano apenas contabilizaron un disparo a puerta ante el Athletic, un dato revelador de su falta de incidencia en 2015. El trío, que suma 171 goles totales las últimas dos campañas, tan solo se quedó en un remate al arco en seis partidos ligueros durante ese tramo, pero acumula dos de ellos desde inicios de enero y en los últimos dos cotejos solo ha logrado un gol de penal.
Se quejan los merengues de que los delanteros ni anotan ni defienden, mientras el Barsa constata la implicación de Messi, Suárez y Neymar en la presión y recuperación, y se congratula de la buena química exhibida dentro y fuera de la cancha.
La BBC no compareció ante los medios en Bilbao para analizar el porqué de la derrota, extendiendo su preocupante silencio sobre el verde, donde los aspavientos de Cristiano apenas sirvieron para agitar el oleaje. «Nos han dado mucho y tengo total confianza en ellos», reiteró el lunes Ancelotti. Con el clásico en el horizonte, el mar luce calmo en Barcelona. Y el divino tridente, afilado.
BARCELONA, España (AP)