El mayor concurso canino del mundo quedó sumido en un misterio digno de una novela de Agatha Christie cuando un setter irlandés murió y su dueña dijo que fue alimentado con carne envenenada.
La muerte de Jagger, un cachorro de tres años, sacudió al concurso en Gran Bretaña, que se realiza anualmente desde la época de la reina Victoria, y turbó un mundo que algunos temen se haya vuelto demasiado competitivo.
Dee Milligan-Bott, copropietaria de Jagger cuyo pedigrí era Thendara Satisfaction, dijo que una autopsia concluyó que el perro había comido un filete con varios tipos de veneno que le causaron una dolorosa muerte a su regreso a Bélgica.
Instó a sus colegas criadores a rastrear al envenenador.
Aunque dijo que la autopsia mostró que el envenenamiento debe de haber ocurrido en Crufts, no quiso culpar a los rivales.
Jagger murió en la casa de su otro dueño en Bélgica y algunos periódicos británicos especularon que podría haber sido víctima de un error de identidad ya que su medio hermano Pot Noodle también es muy exitoso en los concursos.
El domingo, dos días después de la muerte de Jagger, un terrier escocés de Rusia fue elegido como Mejor del Concurso, tras competir contra unos 21.500 perros.
En cualquier caso, el tabloide Sun dijo que «la policía está siguiendo todas las pistas».
LONDRES (Reuters)