Tras varias horas de observar que un puñado de zopilotes sobrevolaban al pie de un pequeño cerro ubicado en una comunidad de Ciudad Sandino, en Managua, Bismark Gutiérrez y su suegro Domingo Antonio Vásquez decidieron echar un vistazo y saciar su curiosidad por saber si se trataba de algún animal muerto.
Ambos no imaginaron que lo que mantenía el cúmulo de pájaros alrededor del lugar eran los restos del cadáver humano arrecostado al pie de un árbol.
Los lugareños de la comunidad Cuajachillo Número 2 creen que el infortunado murió de sed e insolación hace varios días, pues al parecer no era habitante de la zona, ya que nadie que haya observado los restos en descomposición ha logrado identificarlo.
Sin embargo, algunos curiosos creen que por su vestimenta se trate de un indigente que una semana atrás deambulaba por las calles de una comarca aledaña pidiendo comida o también puede tratarse de un bebedor consuetudinario del mismo Ciudad Sandino.
Loyda Padilla