Un excéntrico multimillonario de Nueva York, sospechoso de la muerte de su esposa y absuelto de la de su vecino, fue arrestado por el asesinato de una tercera persona tras haber admitido en un documental, sin saber que el micrófono estaba abierto, que los «mató a todos».
Robert Durst, de 71 años, uno de los herederos del imperio inmobiliario del mismo nombre, fue arrestado el sábado en un hotel de Nueva Orleans (Luisiana, sur de Estados Unidos) por la muerte de Susan Berman, una amiga de su esposa, que murió de un disparo en el 2000 en California.
Un juez de Nueva Orleans decidió que será enviado ante un tribunal de Los Ángeles por asesinato.
El arresto del septuagenario ocurrió la víspera de la difusión en el canal HBO del último episodio de un documental en seis partes dedicado a la vida de Durst, titulado «La mala suerte: la vida y los muertos de Robert Durst».
En el último episodio de esta serie, se escucha a Robert Durst murmurándose a si mismo: «¿Qué demonios hice? Los maté a todos, por supuesto», sin saber que su micrófono estaba abierto.
Es un desenlace inesperado del caso Durst, que tiene intrigado a Estados Unidos desde la desaparición de su mujer, Kathleen, hace más de treinta años.
Las autoridades arrestaron a Durst el sábado tras «la aparición de nuevas pruebas», indicó el FBI en un comunicado, sin referirse al documental.
Los agentes sospechan que Durst quería salir de Estados Unidos, ya que se había registrado bajo un nombre falso en el hotel en el que fue arrestado, pagó en efectivo, y tenía consigo papeles falsos, indicó una fuente citada por ABC News.
Washington, Estados Unidos | AFP