El espanto se adueñó de la comunidad El Tanque, localidad que se ubica al este del municipio de Posoltega debido a un incendio en un cañaveral. El fuego se extendió sobre un campo de caña de azúcar de 5 hectáreas, lo que generó peligro a las casas aledañas a la plantación y afectó a más de 80 familias que habitan dicha localidad.
Juana Díaz es una de las habitantes afectadas, quien dijo que tenemos más de una semana de estar comiendo y respirando ceniza de caña y polvo. Si vieran como están invadidos de tierra y broza las casas, los alimentos y los recipientes de agua, no podemos ni comer hasta las 6:00 de la tarde que los vientos bajan su intensidad.
Los habitantes afectados se han visto obligados a usar tapa bocas para protegerse de la broza de la caña y el polvo para evitar afectaciones a la salud principalmente la de los niños y ancianos, responsabilizando de esta situación al productor Teodoro Picado, dueño de la plantación de caña.
No hubo heridos, pero si evacuados y un gran susto en los habitantes por la irresponsabilidad del señor Picado dueño de este cultivo, quien realizó esta mala práctica agrícola. No teníamos donde meternos todos corríamos con los niños y ancianos buscando donde refugiarnos del fuego, humo y ahora de las tolvaneras, informó Pablo Hernández afectado comunidad El Tanque.
«Todos los árboles frutales y ornamentales que estaban a orillas del camino real y el cañaveral sufrieron las consecuencias del calor del fuego; solo una calle separa las viviendas de la plantación. Fueron llamas de cinco y seis metros, el viento fuerte alimentó el fuego y formó una oleada», relató Pablo Pérez, secretario político de zona.
Se conoció que una comisión interinstitucional de Medio Ambiente llegó hasta el lugar y confirmó los daños causados por la quema del cañaveral. «Se detectaron tanto quema de rastrojos (desechos de cultivos) como por caña en pie, en los alrededores del cultivo.
Las mayores afectaciones vinieron después del desastre ambiental. Las altas temperaturas y los vientos se combinaron ante la falta de cortinas rompe vientos, causando tolvaneras y daños a la salud de la población que ahí vive.
El caso ya está en manos de las autoridades locales, mientras los afectados buscaban la asesoría de un abogado para entablar una demanda formal en contra del productor por daños y perjuicio al Medio Ambiente y a la salud pública. Mientras tanto esperan la pronta repuesta a la problemática que actualmente enfrentan por la falta de árboles, agua y enfermedades respiratorias.
En el primer semestre del año los focos de incendio han incrementado en esta región y han dejado a su paso daños en la degradación de los suelos, la atmósfera, y el desequilibrio del ecosistema.
Belkiss Medina
