Jenny Bone, una mujer de 40 años, ha tenido que pasar recientemente por uno de los ‘tragos’ más desagradables de su vida, al escuchar cómo los médicos pedían permiso a su marido para desconectarla de la máquina que la mantenía con vida.
Los doctores que la atendían en el hospital en el que estaba ingresada pensaban que estaba en muerte cerebral, sin embargo, ella estaba escuchando todo lo que decían.
Por fortuna, cuando los médicos consultaron a su marido y al resto de su familia si querían desconectar a Jenny Bone del soporte que la mantenía viva, ellos dijeron que preferían esperar y darle un poco más de tiempo, por si acaso se recuperaba.
Esta mujer sufre un extraño síndrome que los médicos pensaban que la había conducido hacia una muerte cerebral. Sin embargo, en el momento en el que le hicieron la delicada consulta a su marido Jhon, ella estaba enterándose de absolutamente todo lo que pasaba.
Sin embargo, Jenny Bone no pudo decir nada ya que la reciente traqueotomía que le habían practicado le impedía hablar.
«Yo estaba muy sorprendida de que mi marido les dijera que no apagaran la máquina de soporte vital. Habíamos mantenido la conversación sobre lo que haríamos si estábamos en esa situación y yo le dije que quería que la apagaran», ha explicado la mujer en el diario británico The Mirror.
Sin embargo, gracias a esta decisión, ella está ahora totalmente recuperada, después de pasar dos meses ingresada en el hospital y de una dura rehabilitación.
Agencias