Desde hace algunos años se ha venido dando una transformación en la manera como los hombres se presentan ante el mundo, ya que es notorio una tendencia a tener un look definido que represente lo que son, ya sea enmarcado en una estilo o en otro; lo importante es ser fiel a ese estilo, aunque en ocasiones no lo hagan de manera intencional o no se percaten de ello.
Con la llegada del nuevo milenio, la tendencia que se impuso y sorprendió al mundo fue la del hombre metrosexual, una moda que se basaba en la apariencia ultra cuidada, elegante y en la cual se invertía mucho tiempo y dinero, por ende fuertemente ligada al consumismo.
Ahora, quince años después, el hombre metrosexual ha cedido el paso a un nuevo estilo que inquieta y sorprende, pero que al parecer tiene cautivadas a todas las chicas. Se trata del hombre lumbersexual, este término que proviene del inglés lumberjack (leñador) se refiere a sujetos amantes de la naturaleza, rudos, que llevan barba prominente, cabello desarreglado, tatuajes, y en general presentan una apariencia descuidada que evoca el prototipo masculino por excelencia, a partir de sus características insignes.
Pero este aspecto desaliñado puede estar más preparado de lo que parece, porque el lumbersexual es consciente de mantener y cuidar su aspecto para seguir demostrando su virilidad.
Algunos lumbersexuales famosos son Hugh Jackman, en su papel de Wolverine, Jered Leto, y el cantante Adam Levine, quienes con su barba tienen suspirando a más de una fémina:
Tal vez, esto de la marcada masculinidad sea la razón por la cual las mujeres han caído rendidas a los pies de este nuevo estilo, o solo porque es una nueva moda que se ha impuesto y muchas mujeres buscan siempre seguir las tendencias. Además si bien es cierto que las chicas se sienten muy bien al estar con un hombre que tenga buena apariencia, hay muchas que están cansadas de que su hombre lleve las uñas mejor arregladas o que gaste más dinero en cuidado personal que ellas y prefieren uno que se muestre como protector con el cual se van a sentir muy seguras.
Seguramente el lumbersexual seguirá robando suspiros hasta que aparezca otra tendencia que vuelque la mirada de femenina hacia otros estereotipos.
Agencias