Blasius Lavrentiev descubrió con sorpresa que la cría de dos de sus borregos nació con «cara de un hombre viejo», lo que impidió que a la postre se sacrificara al animal, pues un circo local le ofreció comprarla por 10 veces más su valor.
El cordero tiene la «cara como de un viejo gruñón de nariz ancha» y, por lo mismo, un circo hizo la irresistible oferta por ella.
El granjero de 45 años tiene una villa en la República de Dagestan, al suroeste de Rusia y esperó toda una semana para que su preciado animal naciera.
«Cuando fui a ver cómo iba el parto casi muero de la impresión al ver que el animal tenía la cara de un viejo viéndome de vuelta», dijo Blasius Lavrentiev, quien también recalcó que sus padres son borregos que lucen normales.
De acuerdo con un veterinario, la deformidad del cordero pudo deberse al exceso de vitamina A en la dieta de su madre.