La provincia rusa de Oremburgo acogerá entre el 31 de marzo y el 4 de abril un simulacro de índole antiterrorista, unos ejercicios bastante insólitos para las tropas de misiles de designación estratégica.
La tarea principal que plantea el mando castrense es perfeccionar el funcionamiento de todos los estados mayores, los grupos operativos y las unidades involucradas ante la amenaza de un acto terrorista virtual contra alguna instalación nuclear militar o después de que se perpetre atentado.
Según destaca un comunicado del Ministerio de Defensa ruso, el simulacro se desarrollará bajo los auspicios y con la participación inmediata del comandante en jefe de las Tropas de Misiles de Designación Estratégica, Serguéi Karakáyev. Se movilizará íntegramente el 31.º Ejército de Misiles, con sede en Oremburgo, y el cuerpo de misiles instalado en el cosmódromo de Yasny.
El entrenamiento formará parte de una inspección integral de la fuerza nuclear desplegada en la región, que incluye los misiles intercontinentales Tópol (designada en la OTAN como SS-25 Sickle) y Voyevoda (SS-18 Satan en la clasificación de la Alianza), entre otros sistemas de defensa estratégicos.
A finales de febrero un responsable de las tropas estratégicas declaró que están distribuidas por el pais de tal manera que «ningún ataque global sería capaz de derribarlas». Aseguró además que las fuerzas nucleares de Rusia están listas para «repeler un ataque nuclear en cualquier circunstancia».