Melanie Griffith se hizo un dos por uno. Aprovechando que sus últimos intentos de reconquistar a Antonio Banderas fueron en vano, decidió por fin quitarse todo el tatuaje con el nombre de su ex marido que ha lucido en el bíceps derecho desde hace casi 20 años.
Un corazón envenenado que borró de su cuerpo en el prestigioso centro médico estético Epione, situado en Beverly Hills, California. Algo que ya había hecho parcialmente.
Un par de meses atrás la actriz estuvo en un Festival en Italia y aprovechó la ocasión para contarle al mundo que ya no quiere saber nada con su ex . Como aún no se había borrado el tatuaje de su brazo, decidió maquillarlo para que no se pudiera leer la palabra «Antonio». Además, la actriz, no usó su alianza y se mostró muy sonriente y feliz con su soltería ya que fue ella quien presentó la demanda de divorcio.
El caso es que aprovechó su visita a la clínica para emplear el láser no sólo para despedirse del tatuaje, sino también de unas cuantas arrugas de su cara.
Griffith se quitó esas líneas de expresión en la zona entre la nariz y el labio superior tan propia de las fumadoras.
La actriz fue a Epione porque es un referente en medicina estética para las celebrities, entre ellas Kim Kardashian, paciente asidua.
Su aclamada técnica se llama Coolaser y es la favorita de muchas estrellas tanto para borrarse recuerdos de ex maridos como arrugas.
Agencias