Diez meses después de un golpe militar que lo instaló en el poder, el primer ministro de Tailandia dijo el martes que planea levantar la ley marcial pero invocará una medida de seguridad que según sus críticos es todavía más draconiana.
La decisión ha causado preocupaciones entre grupos de derechos humanos, abogados, partidos políticos y académicos, quienes dicen que la medida, el Artículo 44 de la constitución interina impuesta por la junta militar, da al primer ministro Prayuth Chan-ocha autoridad total sobre las tres ramas del gobierno.
Prayuth, el ex jefe del ejército que encabezó el golpe del 22 de mayo del 2014 que derrocó el gobierno electo, dijo a reporteros el martes que solicitó la aprobación del rey Bhumibol Adulyadej para revocar la ley marcial. La aprobación del monarca es una formalidad.
Prayuth ha enfrentado crecientes presiones para anular la ley marcial, que coloca a las fuerzas armadas a cargo de la seguridad pública en todo el país y ha sido criticada como obstáculo para el turismo y las inversiones extranjeras.
La prensa tailandesa se ha referido al Artículo 44 como la «ley de dictador». Bajo una ley similar en los años 1960 un dictador tailandés realizó ejecuciones sumarias.
BANGKOK, Tailandia (AP)