El Estado Islámico ha establecido una nueva base de operaciones a escasos 6 kilómetros de la residencia del presidente sirio, Bashar al Assad, después de hacerse con el control del campo de refugiados palestinos de Yarmouk, en las afueras de Damasco.
«Información creíble de fuentes públicas indica que varios grupos armados participan en una lucha feroz en una zona donde viven 18.000 civiles en Yarmouk, entre ellos un gran número de niños, poniéndolos en riesgo extremo de muerte, heridas graves, traumas y desplazamiento», dice el comunicado de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés).
Según informa la agencia Reuters, el Estado Islámico avanzó desde el distrito de Hajar Aswad con la ayuda de otro grupo yihadista, el Frente Al Nusra. «El Frente Al Nusra les abrió el camino para que se infiltraran en el campamento y hace varias horas que entraron en Yarmouk», dijo el portavoz del Frente Popular para la Liberación de Palestina en el campamento, Anwar Raja.
Un activista local no identificado por su parte ha comentado a Reuters que los combatientes del Frente Al Nusra se unieron al Estado Islámico y han prometido lealtad a sus comandantes.