Siempre ha sido muy accesible con los fans, pero, ahora que está casado, George Clooney necesita un poco de privacidad y está claro que su casa del Lago di Como en Italia, ya no la encuentra.
La mansión, que se hizo famosa en el mundo entero por haber alojado algunos de los episodios más emotivos del romance con Amal Alamuddin, se ha convertido en prácticamente una atracción.
Por sus inmediaciones desfilan turistas y curiosos por decenas cada día y la pareja al parecer ha pedido el apoyo de las autoridades locales para tratar de evitar una situación tan pesada y desagradable.
El alcalde del pueblo ha tenido a bien proteger su intimidad y advierte a todo el que se acerque demasiado: Aquel que moleste a los ocupantes de las mansiones Villa Oleandra o Villa Margherita, propiedades colindantes propiedad de Clooney, o que ponga un pie en los dominios sin permiso tendrá que pagar una multa de 500 euros (aproximadamente 600 dólares).
El ayuntamiento ha colocado avisos repartidos por todo el pueblo para que se corra la voz antes de que regrese Clooney, que se encuentra rodando una película.
Agencias