Una monja quiso enseñarle a un niño de siete años sobre el dolor que padeció Cristo cuando fue crucificado y para ello le clavó una aguja en la mano, informó metro.co.uk.
La hermana Ludovita, de 30 años, quien da clases en una escuela del pueblo de Kysucke, Nove Mesto, norte de Eslovaquia, llamó al pequeño al frente de la clase para realizar su demostración práctica.
Aunque la monja negó que el incidente ocurriera de esa forma, sí declaró que invitó a los niños a sufrir un poco de dolor para experimentar lo que vivió Jesús, aunque de forma voluntaria y no clavándoles cosas.
Agencias