Imagine estar sentado al sol en la arena, bebiendo agua de coco, mirando tranquilamente el horizonte… Y de repente una avioneta cae al agua.
Fue esa la escena que vivieron este viernes los visitantes de la playa de Leblon, un exclusivo barrio de Rio de Janeiro frente al océano Atlántico, testigos del accidente de un avión de pequeño porte que no dejó víctimas.
La avioneta cayó a unos 200 m de la arena pasadas las 12h30 GMT, según la prensa local. Habían pocas personas a esa hora en la playa.
Un barco pesquero que pasaba por allí en ese momento rescató a los dos tripulantes y remolcó el aparato hasta más cerca de la orilla.
«Se podía ver que tenían problemas porque el avión estaba muy bajo, parecía que venían a tomar un agua de coco en la ‘barraca’ (un punto de venta de sombrillas, sillas y bebidas en la playa, ndlr). Ahí bajaron al agua muy suave», dijo al sitio G1 de Globo Mucha Dattoli, que atiende un puesto en Leblon y avisó a los salvavidas.
El piloto y copiloto no presentan heridas y explicaron a las autoridades lo sucedido. El avión despegó de un aeropuerto en Jacarepagua, a 20 km de Leblon, y presentó problemas en el motor obligando el amerizaje forzoso.
Río de Janeiro, Brasil | AFP