El baterista de Metallica, Lars Ulrich, sorprendió al público que había acudido al concierto del dúo británico Royal Blood en el Slim Club de San Francisco.
Y es que el bueno de Lars apareció en escena para aporrear los tambores durante la última canción del concierto del dúo, Out of the Black.
El baterista titular del grupo, Ben Tatcher, aprovechó que estaba liberado para lanzarse al público, como podemos ver en el siguiente vídeo, que deja constancia para la posteridad de tan jugosa colaboración.
Agencias