«No más bases militares en el suelo hondureño», proclamó la dirigente de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH, izquierda), Norma López, ante 4.000 manifestantes reunidos en el parque central de Tegucigalpa, después de caminar un kilómetro desde el sur de la ciudad.
«Condenamos los intentos de crear nuevas bases militares extranjeras en Centroamérica para cumplir con propósitos hostiles, porque este continente es de paz», añadió la dirigente al leer una declaración conjunta de tres centrales obreras que aglutinan a medio millón de trabajadores.
Recordó que el presidente Juan Orlando Hernández anunció la llegada de 250 marines estadounidenses en los próximos meses para un ejercicio en la base militar de Palmerola, 75 km al norte de la capital.
López también criticó el modelo neliberal que, a criterio de los obreros, «agrava los niveles de violencia e inseguridad profundizados por el narcotráfico y el crimen organizado» que tienen al país con la tasa de homicidios más alta el mundo, de 68 por cada 100.000 habitantes, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional.
El derrocado expresidente Manuel Zelaya afirmó que la estrategia de seguridad del gobierno ha fracasado porque se planifica en Washington y condujo a la formación de «escuadrones de la muerte, grupos paramilitares (y) masacres».
Los trabajadores también se quejaron de sus malas condiciones de vida con consignas y leyendas como «Salario mínimo para el presidente para que vea lo que se siente» y «Los precios que asustan, los salarios no ajustan».
Las manifestaciones de los obreros se llevaron a cabo en todas las regiones de Honduras y en la de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, resaltó la presencia de Xiomara Castro, esposa de Zelaya y quien perdió las elecciones ante el presidente Hernández.
Honduras – AFP