Los habitantes de las cercanías del Calbuco continuaban el domingo las tareas de limpieza mientras el volcán chileno se mantiene inestable y las autoridades no descartan nuevas erupciones tras la ocurrida el jueves pasado al mediodía, en un proceso que podría extenderse meses.
«Durante las últimas 24 horas se ha continuado registrando actividad sísmica asociada al movimiento de fluidos al interior del volcán y un aumento de la actividad volcano-tectónica», afirmó el último parte del Servicio Nacional de Geología y Minería, que advirtió el viernes que los pulsos eruptivos podrían extenderse durante meses.
Por su parte, el último parte de la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI) señaló que «el sistema volcánico aún permanece con un nivel de actividad interna con probabilidad de evolucionar hacia escenarios que promuevan una reactivación de la actividad eruptiva».
Los residentes pudieron volver a sus casas temporalmente una vez pasado el peligro de las fuertes lluvias previstas para el viernes, que ocasionaron la crecida del Río Blanco y dañaron 60 viviendas y dos puentes, informó la ONEMI, pero no generaron los temidos «lahares secundarios» aluviones que arrastran material del volcán y que pueden ser altamente destructivos.
Desde el sábado una nueva orden permite acceder de 8:00 a 16:00 horas a la zona de 20 kilómetros de exclusión del volcán, situado a unos 1.000 kilómetros de Santiago, para realizar tareas de limpieza de las cenizas y alimentar el ganado antes de retirarse de nuevo a los lugares donde están albergados.
Los militares se empeñan en la limpieza de la todavía abundante ceniza volcánica, y se suman voluntarios de otras regiones, o turistas que están de paso.
Los animales constituyen la principal preocupación de un área eminentemente agrícola. Unos 4.350 animales serán evacuados por la Secretaría Regional de Agricultura tan solo en las áreas de Río Blanco, Lago Chapo y Correntoso.
Además 6.685 residentes continúan evacuados en el área.
El Calbuco, que no presentaba erupciones desde 1972, es considerado uno de los tres macizos más peligrosos de los 90 volcanes activos que tiene Chile.
SANTIAGO, Chile (AP)