La Comisión Nacional de Emergencias de Costa Rica descartó el riesgo para bañistas y por el consumo de mariscos tras el derrame de 180 toneladas de nitrato de amonio frente a las costas de la ciudad de Puntarenas el domingo.
Tras los primeros análisis, las autoridades decidieron bajar la alerta de roja a amarilla, con lo que se levanta la restricción para los bañistas y el consumo de productos del mar, pero se mantiene la vigilancia por los efectos ambientales que el incidente pueda tener.
El presidente de la CNE, Iván Brenes, informó que el vuelco de la barcaza que transportaba el químico obligó a implementar una operación de rescate para los dos tripulantes, y se mantiene la vigilancia para evitar el derrame de combustible de la nave hundida.
Este lunes se tomarán las muestras de agua en las zonas aledañas al derrame y en 72 horas se tendrán los resultados para medir el impacto del químico sobre la vida marina, por lo que se mantiene la vigilancia en caso de que aparezca la «marea roja».
Entidades como el Tribunal Ambiental Administrativo y la Fiscalía General realizarán investigaciones sobre las causas y consecuencias del incidente, mientras que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes deberá revisar las condiciones en que estaba funcionando esta embarcación.
SAN JOSE, Costa Rica (AP)