La policía continúa siendo una de las instituciones más desacreditadas de México. La preparación de los agentes municipales permanece con el mismo atraso que se encontró en 2008, cuando el Gobierno mexicano reconoció que la mitad de sus policías no eran confiables. Según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, de 55.000 agentes de 149 municipios que realizaron pruebas de conocimiento y destreza policial en 2014, un 47% suspendió.
Los resultados de las evaluaciones se recrudecen al encontrar que en la Ciudad de México, la capital del país, un 90% de los policías suspendieron. Y que en municipios como San Mateo Atenco (Estado de México) y Tlapa de Comonfort (Guerrero) ningún policía aprobó los exámenes, según recoge este martes el diario mexicano Reforma.
Hace siete años, el entonces presidente Felipe Calderón admitió ante el Senado que los cuerpos policiales no estaban preparados para enfrentar al narcotráfico. Desde entonces, las pruebas fueron más rigurosas y el Gobierno mexicano creó el Subsidio para la Seguridad de Municipio (Subsemun), una subvención para mejorar las condiciones laborales de los agentes e incrementar su educación. El monto del subsidio se entrega a los municipios según el tamaño de la población y la incidencia de delitos de cada región.
La estrategia de fortalecer las policías estatales y minimizar los cuerpos municipales es, tras la experiencia mexicana, la ruta que el Gobierno seguirá. En noviembre de 2014, el presidente Enrique Peña Nieto envió al Congreso una propuesta de reforma de seguridad y justicia que, entre otras cosas, planteaba la desaparición de 1.800 grupos de policía municipal –unos 170.000 agentes– y la creación de 32 cuerpos estatales (uno por cada Estado del país) para fortalecer el mando único en cada región. Sin embargo, la iniciativa está paralizada en el Senado en medio del debate entre los distintos grupos políticos. La reestructura de las fuerzas policiales mexicanas previsiblemente tendrá un giro hasta el próximo septiembre, después de las elecciones intermedias.