Un joven de 27 años salió «milagrosamente» del hospital después de que un clavo de tres pulgadas de largo se le enterrara en la cabeza.
El hombre llegó de emergencia al Hospital General de Massachusetts, ubicado en Boston, hace un par de años, de acuerdo a un informe publicado este día en el New England Journal of Medicine.
«Cuando usted lo veía, solamente se podía ver el final del clavo en su ojo derecho», comentó el Dr. Wael Asaad, neurocirujano encargado de la operación.
De acuerdo al infome médico, los especialistas no podían diagnosticar la longitud del artefacto, por lo que el Dr. Rajiv Gupta utilizó una nueva forma de radiografía para obtener imágenes detalladas.
Al conocer qué tan profundo había llegado el clavo, hubo dos noticias para el equipo de cirugía. Por un lado, el clavo no dañó el globo ocular, pero también estaba bastante cerca a una de las principales arterias que llevan sangre al cerebro.
«Nos preocupaba que al sacarlo, el hombre se desangrara», comentó el doctor Assad. Así que se elaboró un complicado plan de emergencia para atender cualquier situación inusual que se presentara.
Así que procedieron a la cirugía. Después de sacar el clavo, esperaron unos minutos y ya que no hubo consecuencias, los médicos dejaron de sedarlo, le aplicaron una vacuna contra el tétano, le dieron antibióticos para cinco días y lo enviaron a su casa. Ocho semanas después, la visión del hombre se había recuperado al cien por ciento.
Agencias