Buscando desafiar más el fortalecimiento militar de China en el Mar del Sur de China, un avión de vigilancia militar de Estados Unidos llevó a cabo una misión de reconocimiento sobre una instalación militar disputada que está construida sobre una serie islas artificiales.
La misión suscitó múltiples advertencias de la armada china para que el avión estadounidense se alejara.
Estados Unidos está considerando efectuar estas misiones de vigilancia aún más cerca de las islas y navegar buques de guerra de bandera de Estados Unidos a unos kilómetros de distancia, como parte de una nueva y más robusta respuesta militar que deje en claro que Estados Unidos no reconoce las proclamaciones chinas en ese territorio.
La fuente de la comunicación china apareció en el horizonte aparentemente de la nada: una isla hecha por China a casi 11 kilómetros de su costa.
El avión estadounidense estaba en una misión para supervisar las actividades en la isla y otras dos cercanas en China, unos arrecifes que meses atrás apenas alcanzaban a verse por encima de las olas, pero ahora son proyectos masivos de construcción que Estados Unidos afirma que pueden ser instalaciones militares.
En solo dos años, China amplió estas islas en unos 3.712 metros cuadrados, el equivalente a 1.500 campos de fútbol, y siguen ampliándose.
En el vídeo filmado por las cámaras de vigilancia del P8, se ve que además de un radar de alerta temprana, el Arrecife Fiery Cross es ahora el hogar de cuarteles militares, una torre de mirador elevada y una pista suficientemente larga para manejar aeronaves del ejército chino.