Los irlandeses votaban el viernes sobre si permitirán el matrimonio entre parejas del mismo sexo, apenas dos décadas después de que se despenalizara la homosexualidad, con una alta participación que se espera vote por la opción «sí».
Con la otrora poderosa influencia de la Iglesia Católica debilitada por los escándalos de abuso infantil, los sondeos de opinión apuntaban a que la propuesta sería aprobada por una proporción de hasta 2 a uno, con lo que Irlanda se convertiría en el primer país en adoptar el matrimonio homosexual mediante una votación popular.
En un sondeo a estaciones de votación a las 1200 GMT, la radio RTE dijo que la participación podría ser una de las más altas en años para un referendo.
«Es muy impresionante. Yo diría que en esta etapa la convocatoria sería de cerca de un 50 por ciento más que la del último referendo», dijo James Barry, funcionario escrutador para Dublín, a la radio Newstalk, en referencia al 39 por ciento que votó en un infructuoso intento por abolir la cámara alta del Parlamento, en 2013.
El resultado podría depender de si los votantes más jóvenes, decenas de miles de los cuales se registraron cuando la campaña ganaba impulso, se presentan a emitir sus votos.
El interés internacional hizo que el hashtag #VoteYes fuera trending topic en Twitter y miles de irlandeses que viven fuera del país hicieron el viaje desde sitios tan lejanos como Nueva York y Sídney para votar, según grupos que abogaban por el «sí», con el hashtag #hometovote.
El matrimonio gay es apoyado por todos los partidos políticos, defendido por los grandes empleadores y avalado por celebridades, que esperan que marque un cambio en un país que por mucho tiempo ha sido considerado uno de los más conservadores de Europa occidental en temas sociales.
La Iglesia Católica ha limitado su campaña por el «no» a sermones en sus propias congregaciones, un marcado contraste con la activa oposición pública a iniciativas similares en Francia y otros países.
DUBLÍN, (Reuters)