Los ecologistas y las autoridades de California (EE.UU.) debaten la idea de purificar las aguas residuales para hacerlas potables, a pesar de que proyectos similares en la región no tuvieron mucho éxito.
Los defensores del proyecto aseguran que la reutilización de aguas residuales podría convertir cientos de miles de millones de litros que actualmente se pierdan en el océano Pacífico en un agua potable indispensable en California en el actual contexto de grave sequía, informa ‘Los Angeles Times’.
El proceso de purificación de aguas residuales consiste en tres etapas. Primero, el agua se pasa a través de un microfiltro que bloquea las bacterias de cierto tamaño. Posteriormente el agua se filtra por ósmosis inversa para eliminar los fármacos, virus y otros materiales que contenga. Y, por último, con luz ultravioleta y peróxido de hidrógeno se destruyen patógenos o compuestos orgánicos que han eludido los dos primeros pasos.
No obstante, la idea tiene varios puntos débiles. Mucha gente se niega a beber el ‘agua del retrete’ y, por si eso fuera poco, algunos expertos creen que existe la posibilidad de que a pesar del minucioso filtrado queden en el agua hormonas y productos de cuidado personal. Además, aunque la sociedad finalmente acepte el proyecto, el sistema no podría implementarse durante años debido a la falta de la legislación necesaria.