Una neonatóloga alemana de origen judío, a la que se privó de terminar la carrera durante el régimen de Adolf Hitler a causa de su ascendencia, ha logrado completar su tesis a la edad de 102 años, convirtiéndose en la universitaria más anciana en recibir el título de doctorado.
Según el periódico ‘The Washington Post’, a Ingeborg Rapoport (su apellido de casada) le negaron en 1938 el derecho a defender su tesis doctoral sobre la difteria, una infección que se encontraba entre las principales causas de muerte de niños en Europa y EE.UU. en aquel momento. Debido a que su madre era judía, Rapoport fue considerada inelegible para el avance académico por el régimen nazi.
Ese mismo año la joven, que entonces tenía 25 años, emigró sola y sin recursos económicos a EE.UU., donde obtuvo su primer título de doctorado y se casó. La pareja tuvo cuatro hijos, pero debió regresar a Alemania después de recibir atención no deseada por parte del Gobierno estadounidense por sus preferencias políticas comunistas.
Al enterarse de la situación de Rapoport a través de su hijo Tom, Uwe Koch-Gromus, actual decano de la Universidad de Hamburgo, donde estudió la mujer, ideó una vía legal para que Ingeborg pudiera finalmente pasar el examen oral que le negaron hace 77 años.
Rapoport aprobó su examen el 13 de mayo y recibirá el título en Hamburgo el próximo 9 de junio, cuando se convertirá oficialmente en la universitaria de mayor edad en recibir un doctorado. «No lo he hecho por mí. A estas alturas de mi vida un título ya no me aporta nada. Era una cuestión de principios. Se trata de restituir la injusticia cometida. Además, quería hacer bien el examen para no decepcionar al decano», confesó la doctora en una entrevista para un diario español.