Extrañas manchas negras en el agua obligaron a cerrar otro tramo de la costa de California (EE.UU.), a unos 130 kilómetros al sur de donde la semana pasada ocurrió el peor derrame de petróleo de la zona en las últimas décadas.
Las manchas se esparcen por casi dos kilómetros en las costas de Manhattan Beach, lo que obligó a las autoridades locales a cerrar las playas como medida de precaución, informó el Departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles, citado por Al Jazeera America.
Los investigadores han recogido muestras de la sustancia para su respectivo análisis y esperan dar con el origen de la mancha. «Por el momento, no parece ser un derrame de petróleo, la fuente es desconocida», señalaron las autoridades locales.
Las manchas aparecieron una semana después de la rotura de un oleoducto de la compañía Plains All American Pipeline, que vertió miles de galones de petróleo al océano en las cercanías de Santa Bárbara, provocando devastadores efectos tanto en la fauna como en la flora marina.