Diecisiete inmigrantes murieron a bordo de una embarcación frente a la costa de Libia, según anunció la Marina italiana, en el último episodio de la crisis de inmigración en el mar Mediterráneo.
La Marina dijo que había rescatado a 217 inmigrantes en una operación llevada a cabo por su barco Fenice, aunque no se dieron más detalles sobre el asunto.
Los refugiados que escapan de la guerra y la persecución política y los inmigrantes económicos que buscan desesperadamente una mejor vida han estado llegando a Italia este año de forma masiva, con una cifra que se aproxima a las 35.500 llegadas hasta la primera semana de mayo, según las estimaciones de la agencia de refugiados de la ONU. En torno a 1.800 murieron o están desaparecidos.
Un portavoz de la Marina dijo que era demasiado pronto para decir cómo murieron los inmigrantes o a dónde se trasladarán los que han sido rescatados.
Aseguró que se habían utilizado sus propios barcos, así como otros de la Marina italiana, la Policía financiera italiana y de las fuerzas marítimas irlandesas y alemanas.
Italia se está llevando la peor parte de las operaciones de rescate en el Mediterráneo, mientras altos cargos de la Unión Europea ejercen presión sobre otros estados miembro para compartir la responsabilidad de forma más justa a través de un sistema de reasentamiento de refugiados basado en cuotas.
Sin embargo, el plan de la UE de dispersar a 40.000 inmigrantes de Italia y Grecia a otros países miembros se enfrentó a cierta resistencia esta semana. Reino Unido dijo que no participaría del proyecto y otros estados del este pidieron una estrategia voluntaria.
Según los planes presentados por el ejecutivo de la Comisión Europea, el bloque podría aceptar a 20.000 refugiados de fuera de las fronteras del grupo de los 28 y compartirlos en los estados de la UE.