El gas pimienta volvió a hacer estragos en Argentina al sufrir sus efectos doce niños de un jardín maternal, como le ocurrió a jugadores de River atacados por un hincha en el suspendido superclásico con Boca por Copa Libertadores.
Un niño de cinco años sacó de la cartera de su madre el aerosol con el gas irritante que lleva para defensa personal y se roció el rostro creyendo que era un perfume. Él y sus compañeros terminaron llorando y tosiendo.
El insólito accidente sucedió en el ensayo de un acto escolar el 21 de mayo pasado pero se conoció este lunes en la ciudad de Córdoba (centro del país).
«Pensó que era perfume y empezó a rociárselo en su rostro. Y se provocó a sí mismo una reacción en la piel. Doce niños quedaron afectados», dijo la madre de uno de ellos, identificada como Carla, en declaraciones a radio Cadena 3.
«Los chicos (del jardín) comenzaron a toser mucho, y a lagrimear. Tuvieron que llamar a emergencias. Gracias a Dios no pasó a mayores», agregó Carla.
La madre del niño que arrojó el gas pidió disculpas y dijo que portaba el aerosol porque teme ser víctima de delincuentes cuando vuelve de su trabajo en horas de la noche.
El 14 de mayo, debió suspenderse el partido que jugaba Boca de local frente a River con el resultado sin goles, cuando un hincha boquense arrojó un gas irritante dentro de la manga de regreso del entretiempo. Los jugadores sufrieron lesiones.
Buenos Aires, Argentina | AFP