El mes de mayo cerró con 635 homicidios, un promedio de 20 muertos violentas al día, que superó los registros históricos en El Salvador.
La mayoría de los asesinatos se atribuye a las maras o pandillas involucradas con el narcotráfico y las extorsiones a comerciantes y transportistas, según las autoridades.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Benito Lara reconoció el martes que la cifra de homicidios en mayo llegó a 635 y dijo que «uno de los móviles en este momento es la disputa territorial entre las pandillas, de manera fundamental».
Pero el director de la Policía Nacional Civil, Mauricio Ramírez Landaverde afirmó también que «se trata de una campaña para hacer crecer homicidios y por hacer números. En estos casos los grupos criminales se van por lo más fácil».
El jefe policial dijo que el 60% de las víctimas son pandilleros vinculados con estas estructuras criminales, que habrían sido asesinados por grupos rivales o por sus mismos compañeros.
Ramírez Landaverde sostiene que la mayoría de las víctimas se habían retirado de las pandillas, o se habían apoderado de algún dinero producto de las extorsiones, de la venta de drogas, o quizás que fallaron al no cumplir alguna orden de los cabecillas como, por ejemplo, introducir ilícitos a las cárceles.
El ministro Lara sostuvo que el incremento de la violencia también está relacionado con el traslado a otros centros penales de más de 2.600 miembros de estas estructuras criminales, entre ellos los cabecillas que fueron enviados a la cárcel de máxima seguridad conocida como Zacatraz, en el municipio de Zacatecoluca, a 56 kilómetros al este de la capital, donde han perdido todos los beneficios penitenciarios.
Reveló además un incremento de intercambio de disparos entre las pandillas y los cuerpos de seguridad y dijo que en los primeros cinco meses del año han decomisado cerca de 1.400 armas, entre ellas «muchas armas largas que antes no se miraban con frecuencia».
«Es un armamento que ha dejado de ser la pistolita, o el trabuco (arma hechiza)», dijo el funcionario que también aclaró que «no es que tengan una cantidad inmensa de armas».
Según estadísticas oficiales, el 2014 cerró con 3.942 homicidios en el país, 1.429 más que el año anterior.
SAN SALVADOR, El Salvador (AP)