Desde horas tempranas en la ciudad de Matagalpa se vivía un ambiente festivo; el Estadio Chale Solís sería la sede del último partido de los octavos de final del béisbol de primera división del Campeonato Germán Pomares Ordóñez.
Al momento de iniciar el partido, el estadio estaba lleno a reventar. Las graderías estaban repletas y fueron alrededor de tres horas de emociones, nerviosismo, buenas jugadas, jonrones que hicieron vibrar las graderías.
Con más de 5 mil personas en el estadio, todo era fiesta, alegría, emoción y con mucha más razón porque el triunfo de los locales.
Se llegaba el final del partido, en el noveno episodio Matagalpa dejó tendido a los toros de Chontales, lo que provocó que los fanáticos que estaban por las graderías del jardín derecho decidieran entrar al terreno subiéndose por la malla. Ésta debido al peso se vino abajo provocando que algunos aficionados salieran lesionados.
Las misma población al ver que las personas no se levantaban, decidieron sacarlos en peso y buscar como mandarlos al Hospital César Amador Molina, donde los médicos de turno afirmaron que estaban fuera de peligro, pero quedarían en observación para evitar complicaciones.
Simón Francisco Hernández