Ducharse durante la persistente sequía que azota California no hace que Catarina Negrín y Noah Friedman se sientan absolutamente culpables.
La pareja de Berkeley ella dirige un jardín de infantes, él es arquitecto están entre los primeros que han adoptado una modificación en su sistema de plomería para reciclar las llamadas aguas grises, que se está tornando popular durante el cuarto año de sequía.
California, al igual que muchos estados, requería que toda el agua utilizada en los hogares fuera desechada junto con las aguas servidas, temiendo riesgos para la salud si se reciclaba el agua incorrectamente.
Sin embargo, desde 2010 ha dado marcha atrás y ahora estimula el reciclaje de las aguas grises, que suelen las que fueron usadas con jabón, como la del lavabo, la ducha, la bañera y la lavadora.
A medida que se impusieron medidas obligatorias para conservar el agua a partir de este mes, obligando a muchos de los 38 millones de californianos a olvidarse del verdor del césped de sus jardines, los sistemas de reciclaje de agua se han constituido en una opción atractiva para las casas nuevas.
Greywater Action, un grupo que promueve el reciclaje de agua en las viviendas e instruye a familias e instaladores acerca de cómo hacerlo, calcula que más de un millón de californianos usaban sistemas ilegales antes de que se actualizaran los códigos de plomería.
Sin embargo, el interés en hacerlo como se debe ha aumentado desde el 1 de abril, cuando el gobernador Gerry Brown ordenó un corte del 25% en el uso de agua en ciudades y pueblos.
Sassan Golafshan, un instalador del sistema en Palo Alto, dijo que su cibersitio se atoró en un solo día debido a la gran cantidad de interesados que se conectaron.
«Existe un gran interés», afirmó Laura Allen, cofundadora de Greywater Action. Los contratistas «nos dicen que están recibiendo muchos más llamados que antes».
BERKELEY, California, EE.UU. (AP)