Amnistía Internacional pidió a Irlanda derogar la prohibición constitucional al aborto y el martes presentó un reporte detallado sobre cómo la vida de las mujeres se pone en peligro por una de las leyes más restrictivas de Europa al respecto.
El grupo de derechos humanos dio a conocer su informe de 113 páginas que incluye relatos de mujeres que estaban en peligro de sufrir infecciones en la sangre porque los médicos se negaban a practicarles legrados cuando sus bebés habían muerto, o a quienes se les negó un aborto pese a que los médicos habían llegado a la conclusión de que el niño no podría sobrevivir fuera de la matriz, además de otra que se negó a buscar atención médica luego de sufrir un aborto por temor a que se le considerara criminal.
El informe señala que Irlanda debe revocar una enmienda constitucional que equipara el derecho a la vida del feto nonato con el de la embarazada y sostiene que la cláusula 1983 entra en conflicto con convenciones internacionales de derechos humanos que sostienen que «los derechos humanos entran en vigor después del nacimiento».
«Esto debe hacerse con urgencia porque las actuales leyes de Irlanda ponen en riesgo la vida de mujeres y jóvenes todos los días», dijo Colm O’Gorman, director de AI en Irlanda.
El gobierno irlandés, que en 2013 logró la aprobación de una ley que legaliza el aborto cuando la salud de la madre esté en riesgo, se negó a hacer comentarios. La ley de hace dos años fue aprobada tras la muerte en un hospital de Savita Halappanavar, de 31 años, quien sufrió una infección sanguínea transmitida por el feto que murió en su interior y al que los médicos se negaban a sacar.
Amnistía dijo que la nueva ley no acaba con la incertidumbre para los doctores porque no clarifica cuándo deben llevar a cabo un aborto legal sin riesgo de ser acusados de homicidio.
Grupos antiaborto acusaron a Amnistía de ser tendenciosa y de ignorar los peores abusos cometidos por los abortistas.
«Ahora que Amnistía se ha convertido en un grupo que hace campaña a favor de uno de los grupos que debaten en torno al aborto, lamentablemente ya no puede asumirse como un defensor imparcial de los derechos humanos», dijo Cora Sherlock, vocera de la Campaña Pro Vida de Irlanda.
DUBLÍN (AP)