Los cuerpos de 30 de las víctimas del avión de Germanwings, que se estrelló el pasado marzo en los Alpes franceses, llegaron la noche de ayer desde Francia a Düsseldorf en un vuelo especial de Lufthansa.
El avión de carga de la aerolínea alemana, un McDonnell Douglas MD-11, aterrizó en Düsseldorf a las 22:30 hora local.
Familiares de las víctimas del vuelo de Germanwings -que cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf y que el copiloto, Andreas Lubitz, estrelló presuntamente de forma deliberada con otras 149 personas a bordo- acudieron al aeropuerto a recibir los cuerpos.
La policía escoltará hoy el convoy de coches fúnebres con los cuerpos de los alumnos hasta la localidad de Haltern am See, situada a unos 80 kilómetros de Düsseldorf.
Es posible que el convoy realice una parada frente a la escuela de secundaria Joseph König, donde estudiaban los 16 adolescentes que regresaban a casa después de un intercambio con un instituto de la localidad de Llinars del Vallès, próxima a Barcelona.
Los cuerpos de las dos profesoras que acompañaban al grupo de alumnos serán trasladados a otras localidades, pues sus familias no viven en Haltern am See.
El pasado viernes, familiares de las víctimas difundieron a través de su abogado una carta en la que expresaban su rabia, dolor y desesperación ante el retraso en la entrega de los cuerpos de los 72 alemanes muertos en la catástrofe.
En la misiva, las familias subrayaban que para el 12 de junio estaban previstos los primeros entierros en Haltern am See, «preparados después de que las autoridades francesas permitieran la entrega de los restos mortales y Lufthansa confirmara la fecha de repatriación».
El miércoles se informó que la entrega de los cuerpos, prevista para los días 9 y 10, se iba a retrasar por problemas burocráticos en las partidas de defunción.
El portavoz de Germanwings Heinz Joachim Schötters afirmó asimismo el viernes que la compañía estaba trabajando «para encontrar cuanto antes una solución que permita la repatriación tan pronto como sea posible».
Por su parte, Carsten Spohr, máximo responsable de Lufthansa, empresa matriz de la compañía de bajo coste Germanwings, subrayaba en una comunicación interna la necesidad de cumplir con la fecha prevista de repatriación.
Agencias