Autor: Julian Delgado
Dragon Ball Z fue una de las series más populares en los 90s, ya que marco mi niñez y juventud y la de niños y jóvenes en muchas partes del mundo. Pero a pesar de ser una simple serie, en realidad tenía un trasfondo más complejo, uno que nos llegó a enseñar varias lecciones de vida a pesar de ser un anime que está caracterizado por batallas.
Simplemente fijémonos en Gokú, quien a pesar de ser de una raza completamente agresiva aprendió los valores que le enseño su abuelito y siempre ayudo al prójimo, Si algo aprendi de Gokú es que siempre que nos esforcemos podremos alcanzar nuestras metas. Él siempre quiso pelear contra el más fuerte con el objetivo de superarlo.
Siempre entreno muy duro para poder derrotarlos y nunca les tuvo miedo a pesar de ser el guerrero más poderoso de todo el universo, él nunca tuvo un objetivo egoísta como conquistar el mundo, solo quería ser el mejor guerrero y ayudar a los demás. Y si hablo de vegeta En varias ocasiones, Vegeta, quien nunca quería mostrar sus sentimientos, termino por mostrarlos.
Cómo cuando Bills ataco a Bulma y Vegeta exploto en rabia, Milk, siempre amo a Gokú a pesar de que siempre pensaba más en entrenar y tener batallas que en ser un buen esposo o padre, y Gokú siempre amo a Milk a pesar de ser una furiosa y corajuda ama de casa que en muchas ocasiones pensaba diferente que él, y si de goku hablo el mayor personaje y mas importante pues Aunque era el menospreciado de su raza, paso a ser el que vengo a toda su raza y el más poderoso de ellos, incluso el dios Sayayin.
