Jairo José Díaz Aragón, un comerciante nicaragüense, dice ser víctima de suplantación de identidad por parte del sospechoso de asesinar a una familia nicaragüense en Santa María de Dota, Costa Rica, el 29 y 30 de mayo anterior.
El «verdadero» Jairo José Díaz Aragón, aclaró que el sospechoso utilizó su identidad sin su consentimiento. «Yo ni sabía. Pero me llevaron el periódico y vi mi foto. Unos parientes que viven en el extranjero (en Costa Rica) también me avisaron, por eso es que estoy pidiendo que se aclare esto, porque yo no tengo nada que ver.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en Costa Rica, no ha confirmado la identidad de este sujeto, pero sí lo definen como «una persona sumamente peligrosa».
Hasta ahora, las autoridades costarricenses y nicaragüenses lo relacionan con 10 homicidios, dos abusos sexuales contra menores y la extraña desaparición, en el 2011, de una cuñada, de quien se hallaron restos óseos en Santa María de Dota, en el 2013. Al parecer, Díaz recordó que estuvo en Costa Rica en octubre de 2010 por tres días como parte de una gira de negocios.
«No tengo antecedentes y eso lo pueden verificar con las autoridades. Yo fui a la Policía en Plaza El Sol y les expliqué. Ahí me dijeron que seguramente cuando fui a Costa Rica quedaron mis registros y de ahí los tomaron».
Antecedentes
Un familiar del sospechoso dijo que la verdadera identidad es Delvin José Bonilla Sevilla y nació en 1979 en Masaya, Nicaragua. A los siete años fue recogido por Ridiam del Socorro Borges Hernández y Eulogio García, quienes lo encontraron llorando en una banca del parque Central, en Chinandega.
Con el tiempo, su madre adoptiva le cambió el nombre a Róger José García Borges.
El sospechoso, quien también usa el nombre de Jairo Díaz Aragón, fue detenido el 5 de junio dentro de una pequeña casa de madera situada en una finca cafetalera de Santa María, camino a Copey, luego de que la Policía lo buscara durante varios días por el homicidio de la familia compuesta por Elena María Suárez Miranda, de 9 años, Abraham Suárez Miranda, de 11 años, Ramón Suárez Espinoza y María Haydée Miranda Salmerón, de 32 años.
La Nación